Nadie debe mirar hacia otro lado. La empatía y el compromiso ciudadano son claves para construir barrios seguros, donde las familias vivan libres de violencia y con respeto mutuo.
La violencia intrafamiliar no se resuelve en soledad. La comunidad juega un papel fundamental en su prevención. Vecinos, amistades y familiares cercanos son los primeros en notar señales de alerta y pueden convertirse en redes de apoyo.
En Antofagasta, organizaciones sociales y juntas de vecinos han impulsado campañas de sensibilización, logrando que más personas reconozcan y denuncien casos a tiempo. La unión comunitaria ha demostrado ser una herramienta poderosa contra la indiferencia.
Quienes viven violencia intrafamiliar no están solos. En Chile existen canales de ayuda gratuitos y confidenciales. La Línea 1455 del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género está disponible las 24 horas, además de Carabineros (133), PDI (134) y la Fiscalía.