En la Región de Antofagasta, según cifras de organismos como el SENAME, másde un millar de menores han requerido algún tipo de atención física o psicológica por haber sido testigos de agresiones a su madre o hermanas.
Los más afectados por la violencia intrafamiliar son los niños, niñas y adolescentes. Estudios del SENAME muestran que en Antofagasta más de 1.200 menores recibieron atención durante 2024 por haber presenciado o sufrido violencia en sus hogares. El impacto psicológico puede acompañarlos toda la vida.
Este escenario impacta de manera desproporcionada en los adolescentes y jóvenes, que son la población más vulnerable. Los estudios en población escolar muestran una edad de inicio cada vez más temprana en el consumo tanto de alcohol como de marihuana.
Y en la mayoría de los casos, la causa es un hogar que se identifica con la violencia entre los mayores
Proteger la infancia significa asegurar un ambiente de respeto y cuidado. La crianza positiva y el diálogo son herramientas que fortalecen a las familias y previenen la transmisión de la violencia a nuevas generaciones.