El llamado es a no subestimar ninguna forma de maltrato. Nombrar la violencia y denunciarla es un paso necesario para cortar el ciclo que afecta a miles de hogares en Antofagasta
Cuando hablamos de violencia intrafamiliar, no nos referimos únicamente a golpes o agresiones físicas. También existen formas de violencia psicológica, económica y sexual, que muchas veces pasan desapercibidas.
Según la Subsecretaría de Prevención del Delito, un 40% de las denuncias en la región corresponden a maltrato psicológico.
El miedo, la ansiedad y los problemas de conducta son algunas de las consecuencias más visibles. Pero también existen efectos invisibles, como la baja autoestima o la repetición de patrones violentos en la vida adulta.
Los insultos, las amenazas, el control del dinero o la restricción de libertades son manifestaciones de violencia tan dañinas como las agresiones físicas. Reconocerlas es esencial para comprender la magnitud del problema.


