Las autoridades de la región han impulsado nuevas herramientas para abordar la violencia de género.
En agosto de 2025 fue lanzada la campaña regional “Una Ley en Nombre de Todas”, con el fin de difundir los alcances de la Ley Integral, que refuerza medidas cautelares, identifica la violencia gineco-obstétrica como agravante y tipifica la violencia digital.
Además, en septiembre de 2025 se presentó el plan #PorUn18Seguro, que propone un catálogo de medidas de prevención y protección para los casos de violencia de género, con foco en el período de celebraciones de Fiestas Patrias y el aumento de riesgo que ese tipo de fechas puede implicar.
Otra iniciativa importante ha sido la inauguración del primer Centro de Atención Especializada en Violencias de Género en la comuna de Calama (Provincia de El Loa), destinado a brindar atención integral, acompañamiento jurídico y reparación psicosocial para mujeres víctimas.
Estas iniciativas representan un avance institucional relevante: no sólo se trata de recolectar cifras o tramitar denuncias, sino de crear respuestas inmediatas y soporte estructural para las víctimas. Sin embargo, el desafío sigue siendo grande: la sensibilización comunitaria, la intersección con salud, justicia y territorios rurales, y la implementación efectiva de protocolos aún tienen brechas.
En definitiva, la región de Antofagasta está en tránsito hacia una mejor política de prevención y atención de la violencia de género, pero las cifras muestran que el problema no está resuelto y requiere un esfuerzo sostenido


