La iniciativa busca capacitar a empresas y sindicatos para que se conviertan en la primera red de apoyo para mujeres que sufren violencia, reconociendo los signos y sabiendo cómo derivarlas a la ayuda profesional.
Bajo el lema "Antofagasta Escucha", el SernamEG y la Cámara de Comercio local lanzaron una campaña inédita que busca posicionar a los lugares de trabajo como aliados claves en la detección y derivación de casos de violencia intrafamiliar. La iniciativa nace de la comprensión de que, para muchas mujeres, el trabajo es el único espacio seguro fuera del hogar y donde pueden evidenciarse señales de maltrato, como ausentismo, dificultad para concentrarse, moretones o llamadas angustiantes.
"El silencio de los compañeros de trabajo o jefaturas es cómplice. Muchas mujeres no denuncian por miedo, por dependencia económica o por vergüenza. Si su entorno laboral reacciona con apoyo y no con indiferencia, podemos salvar vidas", explicó durante el lanzamiento la directora regional del SernamEG, Pamela Rojas. La campaña incluye capacitaciones virtuales y material gráfico para enseñar a identificar los distintos tipos de violencia y los protocolos de actuación.
La perspectiva de género es central en esta estrategia. Se instruye a los participantes para no juzgar, no minimizar la experiencia de la víctima y, sobre todo, para respetar su autonomía en el proceso de toma de decisiones. "No se trata de que el jefe se convierta en terapeuta, sino de que sepa escuchar, creerle a la mujer y derivarla correctamente a los canales de ayuda, como el Fono 1455 o la Oficina de la Mujer más cercana", detalló Rojas.
Empresas mineras y de servicios ya se han sumado a la convocatoria, comprometiéndose a implementar los talleres de forma obligatoria. Desde los sindicatos, valoraron la medida pero pidieron que se complemente con licencias laborales pagadas para las víctimas, permitiéndoles tener el tiempo necesario para realizar trámites, mudanzas o procesos terapéuticos sin poner en riesgo su sustento económico.