Es la que no solo considera el daño directo a la madre, sino aquella que se ejerce sobre los hijos para dañar a la mujer.
Un fallo pionero en la justicia regional fue emitido por el Tribunal de Garantía de Antofagasta, al condenar a un hombre por violencia intrafamiliar y aplicar por primera vez en este contexto los principios de la Ley "Aula Segura". El caso correspondió a un sujeto que ejerció violencia sicológica y física contra su expareja en repetidas ocasiones, actos que fueron presenciados por su hija, una niña de 9 años, incluso al interior del establecimiento educacional donde estudia la menor.
La sentencia no solo consideró el daño directo a la madre, sino que puso un énfasis especial en la "violencia vicaria", aquella que se ejerce sobre los hijos para dañar a la mujer. El magistrado fundamentó su decisión en los informes periciales que detallaban el trauma, la ansiedad y el rendimiento escolar descendido de la niña, quien se convirtió en una víctima directa del maltrato. "La escuela, que debe ser un espacio protector, fue vulnerada por la violencia machista del imputado", se leyó en el veredicto.
La abogada querellante de la Fundación Abriendo Datos, Camila Estay, calificó el fallo como "histórico". "Es un mensaje potente: la justicia de Antofagasta está empezando a entender la violencia de género como un fenómeno complejo que no solo afecta a la pareja directa, sino que destruye el entorno completo de la mujer, especialmente a sus hijos. Es un avance fundamental en la protección integral", afirmó.
Organizaciones de la sociedad civil esperan que este fallo siente un precedente para que otros tribunales de la región incorporen la perspectiva de género de manera transversal, entendiendo las particularidades y el impacto multidimensional de la VIF, y priorizando la protección de las víctimas, especialmente de los niños, niñas y adolescentes que son testigos forzosos de esta violencia.


